Los suelos antideslizantes son el salvavidas frente a los resbalones.
Este tipo de suelos reducen el riesgo de caídas y tropezones tanto en el lugar de trabajo como en tu hogar. Son una buena manera de aumentar la seguridad en zonas húmedas y/o con grasas y aceites tales como cocinas, baños, piscinas, etc.
¡Es hora de dar un paso firme para mejorar tu seguridad y la de tu entorno!
Grados de antideslizamientos
Antes de aplicar cualquier solución para obtener una superficie antideslizante es importante conocer los diferentes grados de antideslizamientos que existen.
Suelo deslizante clase 1 o Bajo
Una baldosa que pueda deslizar, con superficie lisa. Es adecuado para interiores, como baños y cocinas, ya que resulta más fácil de limpiar.
Suelo deslizante clase 2 o Medio
Una superficie que resista los resbalamientos medios. Válido tanto para interior como para exterior.
Suelo deslizante clase 3 o Alto
Una superficie muy rugosa aplicable en espacios en exterior, como por ejemplo piscinas. Se aconseja limpiar con una manguera de agua a presión.
Tipos de suelos antideslizantes
Los suelos antideslizantes se diferencian del resto por su rugosidad, la cual actúa como freno del deslizamiento accidental.
Actualmente existe en el mercado una gran variedad de colores y superficies antideslizantes. Algunas de las más comunes son los suelos de cerámica, los vinilos y las pinturas deslizantes en caso de contar ya con un tipo de suelo que no queramos o podamos cambiar.
Cerámicas antideslizante
Las cerámicas antideslizantes son una de las mejores opciones del mercado a la hora de pensar en pavimentos antideslizantes. Estas cerámicas se tratan para generar la rugosidad necesaria para no resbalar. El atributo de dicha rugosidad puede conseguirse fabricando directamente la baldosa con una superficie irregular o bien aportar las irregularidades a posteriori con láser.
Dentro de la tipología de suelos cerámicos, cabe destacar el Gresite. Este tipo de suelos antideslizantes se aplica mucho en zonas húmedas exteriores como piscinas y en zonas interiores como baños o platos de ducha.
Existen diferentes tipologías de Gresiste, algunas más resistentes a heladas, deslizamientos y al desgate que otras. De igual manera, existen diferentes diseños. El más aplicado actualmente es el que imita a la madera.
Vinilo antideslizante
Los vinilos antideslizantes son otra forma de evitar los resbalones y tropiezos en zonas de riesgo. Se caracterizan por su resistencia al deslizamiento, su durabilidad y sus propiedad higiénicas (muy fácil de limpiar).
El suelo de vinilo consigue su rugosidad gracias a tratamientos superficiales con micro minerales. Muchas veces incluso contienen partículas de cerámica y fibra de vidrio que proporcionan mejor agarre y estabilidad.
Pinturas antideslizantes
Las cerámicas antideslizantes son una de las mejores opciones del mercado a la hora de pensar en pavimentos antideslizantes. Estas cerámicas se tratan para generar la rugosidad necesaria para no resbalar.
El atributo de dicha rugosidad puede conseguirse fabricando directamente la baldosa con una superficie irregular o bien aportar las irregularidades a posteriori con láser.
Dentro de la tipología de suelos cerámicos, cabe destacar el Gresite. Este tipo de suelos antideslizantes se aplica mucho en zonas húmedas exteriores como piscinas y en zonas interiores como baños o platos de ducha.
Para conocer qué tipo de suelo es más conveniente en tu caso, siempre es mejor contactar con un profesional que pueda realizar un estudio adecuado según las características de tu suelo, la actividad que se realice en este y tus necesidades. Porque un suelo, si además de bonito es seguro, es el doble de bueno.
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