Al construir una casa o afrontar una vivienda, una de las cuestiones que se suelen plantear es la instalación de calefacción por suelo radiante. Pero ¿es este sistema compatible con todos los tipos de suelo que hemos escogido para nuestro hogar?
La calefacción radiante es una alternativa cómoda y discreta al sistema de calefacción tradicional, ya que calienta el suelo y permite que el calor ascienda y se reparta de manera uniforme por las estancias para mantener una temperatura estable y agradable, lo que supone también un gran ahorro energético. Pero ¿con qué tipos de suelo es compatible? Te lo contamos.
¿Qué suelos son aptos para la calefacción radiante o calefacción por suelo?
Calefacción radiante en suelo de madera
Gracias a los avances tecnológicos, en la actualidad es posible emplear cada vez más tipos de madera con el sistema de suelo radiante sin complicaciones. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la instalación presenta una serie de inconvenientes técnicos que es preciso revisar para evitar cualquier problema que pudiera presentarse a corto y largo plazo.
Los suelos de madera tienen un alto porcentaje de humedad que está regulada según normativa. La madera no puede rebasar el contenido de humedad del 30%, al que se le conoce como punto de saturación de la fibra, y tampoco puede bajar del umbral del 4% o 5% próximo al estado anhidro.
La calefacción por suelo radiante modifica las características térmicas de la madera: al tener una fuente de calor directa y constante, algunos tipos de madera pierden humedad y, con ella, volumen. Por el contrario, la madera con un elevado nivel de humedad absorberá la absorberá y se hinchará.
Si las condiciones de humedad de la madera instalada en obra son las adecuadas y concuerdan con la normativa vigente en cuanto a elaboración y secado, podrán utilizarse con un sistema de calefacción radiante sin problema. En cambio, si estas condiciones son modificadas sin una aclimatación adecuada, la madera podrá contraerse, dilatarse, alabearse, etc., lo que conlleva efectos negativos como juntas abiertas entre tablas, rotura del barniz y riesgo de rajado o deformaciones de la madera.
Calefacción radiante en suelo de parquet
En el caso del suelo de parquet es importante seguir las instrucciones del proveedor aplicando íntegramente las directrices generales de instalación de suelos de parquet sin calefacción radiante. Instalado el suelo, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones generales aplicables a todos los tipos de revestimientos de suelo de madera:
Esperar, al menos, 48 horas antes de encender la calefacción de forma gradual, aumentando 5 ºC cada día.
Cambiar siempre la temperatura de forma gradual al inicio y al final del período de uso de la calefacción.
Evitar la acumulación de calor causada por moquetas, alfombras o falta de espacio entre los muebles y el suelo.
Asegurar que la humedad relativa en el aire en las estancias no sea demasiado baja durante la temporada en la que se utilice la calefacción. A una temperatura de 18 ºC a 22 ºC se le debe garantizar una humedad relativa mínima del 50%. Si fuera necesario, debe utilizarse un humidificador.
Calefacción radiante en suelo laminado y suelo vinílico
En este caso, el suelo laminado se debe instalar flotante. También es recomendable instalar un subsuelo Quick Step con barrera impermeable integrada, aunque otra alternativa es colocar primero una película de plástico independiente con un grosor mínimo de 0,2 mm.
En el caso de los suelos vinílicos, el suelo de vinilo Quick Step Livyn está especialmente indicado para calefacción radiante, ya que el vinilo es un excelente conductor térmico.
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